Son frecuentes los casos de perros y gatos que ingieren cuerpos extraños de forma recurrente, en este caso por más cuidado que tuvieron sus propietarios vigilándola en casa y en la calle Arya, volvió a comer algo que le produjo una obstrucción.
Gracias a lo rápido que sus dueños se percataron de que Arya no estaba bien, el intestino no sufrió daños y tras la cirugía Arya se encuentra completamente recuperada en casa.
Esperamos que esta pequeña no nos dé más sustos de este tipo, ni a su familia, que la adora y se preocupan enormemente por ella.