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Las urgencias veterinarias más comunes en verano: y el botiquín que debemos llevar si viajamos con animales.

¿Cuáles pueden ser las urgencias más frecuentes que nos encontremos con nuestro perro o gato estando de vacaciones?

Con las vacaciones aumentan los desplazamientos y el tiempo que pasamos con nuestras mascotas al aire libre, es por ello que están más expuestos a traumatismos por accidentes, heridas, reacciones alérgicas, golpes de calor, gastroenteritis, intoxicaciones, afectaciones con espigas…etc.

¿Qué situaciones evitar o cómo prevenir estas urgencias?

Como siempre lo ideal es la prevención. Para evitar golpes de calor nuestro compañero siempre tiene que tener acceso a agua fresca y limpia, no debemos dejarle encerrado en el coche al sol y pasearle a las horas de menos calor (especialmente importante si es una raza braquicéfala). Respecto a los traumatismos si le soltamos mientras paseamos con él no le debemos de perder de vista especialmente si es una zona por la que circulan coches y si tenemos un gato y estamos en una casa que no es la nuestra habitual debemos de vigilar que no tenga acceso al exterior y se pueda caer. Para evitar problemas digestivos es bueno continuar con su dieta habitual y no darle de comer cosas que no tome habitualmente, y estar pendiente de que no ingiera ningún cuerpo extraño o tóxico.

 ¿Cómo debemos actuar en primer lugar en cada una de esas urgencias?

  • Golpes de calor: si tú perro jadea sin parar, respira con dificultad y ha estado expuesto al sol puede presentar un golpe de calor. Lo primero es colocarle en un lugar fresco y bien ventilado e intentar bajar su temperatura corporal mojando su cuerpo con agua que no esté muy fría, colocando compresas húmedas o enfriadores en las zonas de menos pelo como axilas, ingles o vientre y acudir a un veterinario.
  • Intoxicaciones: intentar identificar la sustancia que ha ingerido o con la que ha contactado puede ser muy útil para que el veterinario aplique un antídoto en el caso de que lo haya. Antes de acudir al veterinario si la intoxicación ha sido por contacto lavar con abundante agua y jabón el cuerpo de animal para impedir que siga ejerciendo su acción. Si el tóxico se ha ingerido, no han pasado más de dos horas y no es una sustancia ácida, caustica o alcalina podemos inducir el vómito con una solución saturada de agua con sal. 
  • Gastroenteritis: en estos casos si son cuadros leves muchas veces con evitar durante 24 horas los alimentos sólidos y mantener eso sí, el acceso al agua será suficiente para que se recupere. Si tiene vómitos continuos o una diarrea muy profusa o no ingiere agua debemos acudir a un veterinario. 
  • Traumatismos y heridas:si presenta alguna herida superficial podemos lavarla y curarla con un antiséptico como el betadine o la cristalmina. Si presenta una herida más profunda o un corte debemos lavar la herida bien, limpiarla con un antiséptico y vendarla para evitar que sangre y protegerla mientras acudimos a un veterinario. Si ha sido un traumatismo fuerte inmovilizar al animal en la medida de lo posible teniendo cuidado a la hora de hacerlo porque si tienen mucho dolor nos pueden morder a nosotros y acudir a un veterinario rápidamente. 
  • Reacciones alérgicas: si notamos que nuestra mascota empieza a estar inquieta, se le hincha la cara y empieza a respirar con dificultad o le salen bultos por todo el cuerpo podemos estar ante una reacción alérgica. En este caso debemos de acudir rápidamente a un veterinario y si la situación es muy crítica y no podemos llegar de modo inmediato a una clínica veterinaria es útil que nosotros mismos administremos corticoides a nuestra mascota, que deberían de formar parte de nuestro botiquín básico.

 ¿Conviene viajar con algún tipo de botiquín?
Sí. Deberíamos de viajar con un botiquín básico que incluya algún antiséptico como betadine, suero fisiológico para lavar heridas, gasas, venda cohesiva, una manta, enfriadores para utilizar ante un golpe de calor (los hay específicos para perros, incluso chalecos con frío o collares con frío que se pueden utilizar como prevención) y urbason inyectable para tratar una reacción alérgica o un shock anafiláctico en caso de que no tengamos acceso rápido a un veterinario y la situación así lo requiera. En cualquier caso siempre es aconsejable contactar telefónicamente con un veterinario y seguir sus indicaciones. Y en todos los casos contrastar dosis y aplicación de los medicamentos que se incorporen al botiquín, con nuestro veterinario de familia.