Muchos perros tienen problemas por ingerir alimentos que son tóxicos para ellos; o incluso para ingerir sustancias que no son comida y que también son extremadamente peligrosas y venenosas para su organismo.
Algunos de ellos pueden ser alimentos tóxicos, insecticidas, raticidas, drogas, productos de limpieza, medicamentos destinados a personas.
Nuestros perros son animales curiosos y tienden a probarlo todo por eso hay muchas probabilidades de que en ciertos momento de su vida nos den algún susto tras ingerir o comer alguna sustancia tóxica.
Debemos tener especialmente cuidado para evitar intoxicaciones y acudir a especialistas siempre que observemos síntomas.
En caso de que le hayamos visto hacerlo es muy importante actuar rápido, llevarle al veterinario de urgencia, identificar en la medida de lo posible el tipo de veneno y la cantidad aproximada que haya podido tomar y prestar atención a los síntomas que presente para ofrecerle al especialista la máxima información posible con el objetivo de administrarle el tratamiento que necesite.