Alimentar a una mascota puede parecer algo fácil, pero realmente es necesario tener muchas cosas en cuenta para que esté bien alimentada. Además, existen muchos mitos sobre lo que deben comer o no, por lo que hoy vamos a romper todos los que existen sobre la alimentación de los gatos.
Rasgos generales de la dieta de los gatos
Los gatos son animales carnívoros, por lo que incluir carne o pescado en su dieta es fundamental. Aunque la creencia general es que son onmívoros y en muchas ocasiones les ofrecemos un poco de todo, la principal fuente de energía, proteínas y nutrientes esenciales de los gatos se encuentra en la carne. Por eso, aunque pueda parecer correcto, añadir comida humana en la alimentación de tu gato puede resultar bastante perjudicial para ellos y provocar problemas digestivos.
A partir de un año, un gato ya se considera adulto y su dieta debe ser equilibrada y especial para esta edad (los cachorros y los gatos senior tienen necesidades especiales). A continuación tienes toda la información de cómo, qué y qué no deben tomar los gatos, ¡esperamos que lo pongas en práctica!
La leche y los gatos
¿Cómo debo dar de comer a mi gato los alimentos envasados?
Normalmente la comida que compramos para nuestro gato puede ser dos tipos: húmeda o seca. Para ambos tipos de comida debemos seguir unas instrucciones de forma que conseguimos que le guste a nuestro gato y a parte, le siente mejor.
La comida húmeda debemos servirla siempre a temperatura ambiente y no debemos conservarlos abiertos más de un día. Si no se consumen inmediatamente, hay que guardarlos en la nevera, pero recuerda sacarlos con anterioridad de forma que cuando el gato vaya a comer ya esté de nuevo a temperatura ambiente.
Por su parte, la comida seca es muy popular. Este tipo de alimentos cuentan con la cantidad adecuada de nutrientes que los gatos necesitan y además, la textura favorece una buena salud dental para tu mascota. Hay que tener en cuenta que al estar concentrado, la cantidad que hay que servir es menor. Además hay una advertencia básica cuando compramos este tipo de alimentos: aunque parezca que sí, la comida para perros no es igual que la de gatos, ¡no la mezcles!
Cambiar la comida de los gatos
Si quieres cambiar la marca o el tipo de alimento que toma tu gato habitualmente, no debes hacerlo de golpe. Lo mejor es que se pongan dos recipientes: uno con la comida habitual y otro con la nueva durante un periodo de dos semanas. De esta manera, se irá acostumbrando al cambio y evitaremos problemas de estómago. Si queremos, también podemos mezclar ambas en el mismo recipiente, aumentando la comida nueva cada vez y disminuyendo la antigua de forma gradual.
Comida humana para gatos: ¿es adecuada?
No debemos darle de nuestra comida a los gatos por varios motivos. El primero es que si ya comen sus propios alimentos no debemos añadir calorías extra que lo único que harán será tener consecuencias negativas. Además, es muy difícil aportar los nutrientes adecuados para nuestro gato cocinando en casa.
Por otro lado, debemos descartar completamente los alimentos crudos para nuestra mascota, ya que pueden contener parásitos o bacterias que causen diferentes enfermedades. También hay que desechar los huesos, que pueden astillarse o clavarse en el estómago o intestinos de tu gato: ¡los huesos a la basura!
Si crees que tu gato no lleva una alimentación adecuada o crees que está obeso, te recomendamos que vengas a vernos. Te daremos los mejores consejos para conseguir que esté bien alimentado y en forma. Puedes coger cita llamando por teléfono o a través de nuestras redes sociales.