Xena , esta preciosa guacamayo azul de 2 meses (Ara Ararauna) ha asistido a su revisión con nuestros veterinarios de El Puerto de Santa María, una semana después de la cirugía, y se encuenta completamente recuperada de una quemadura de buche. Aquí hay más detalles de esta lesión.
Una patología desafortunadamente bastante habitual en aves criadas en casa es la «quemadura del buche». Esto se debe a la no adecuada temperatura de las papillas con la que se alimentan. Hay varios factores a tener muy en cuenta en la evolución de esta patología:
– La lesión y la sintomatología no aparecen desde el primer momento, por lo que a veces es difícil para el propietario asociar los síntomas al haber administrado la papilla.
– La temperatura de la papilla debe ser «tibia», ni muy fría, lo que puede acarrear el enlentecimiento del tránsito digestivo, ni muy caliente, lo que puede producir quemaduras en la mucosa del buche y la piel que lo recubre. Lo que para nuestra piel puede resultar templado, puede ser demasiado caliente para la mucosa digestiva de un polluelo.
– Si la papilla no se homogeniza correctamente o se recalienta en microondas, puede dar lugar a grumos que alcanzan temperaturas muy altas y muchas veces son los causantes de estas quemaduras.
– Para una correcta solución de este problemas debemos hacer un seguimiento y curas de la quemadura hasta que determinamos perfectamente su extensión y los tejidos afectados. En este caso se determinará y planificará correctamente la cirugía en la cual reseccionaremos el tejido dañado y suturaremos mucosa del buche y piel por separados para una correcta reconstrucción del tejido. Pueden transcurrir varios días desde el momento de la quemadura hasta el momento óptimo de la cirugía. En estos días el paciente se someterá a un estricto control de curas, tratamiento y alimentación.
– Otra posible causa de quemaduras, son las producidas por el contacto directo del ave con mantas eléctricas u otros focos de calor.