El prolapso de la glándula del tercer párpado también llamado “Cherry eye” ocurre más frecuentemente en perros, aunque también puede producirse en gatos.
Sucede cuando la glándula lacrimal que se encuentra normalmente bajo el tercer párpado se inflama y protruye hacia el exterior asomándose por el borde del tercer parpado, observándose una masa redondeada y rojiza en el ángulo nasal del ojo.
¿Por
qué se
produce?
En algunos animales existe una predisposición genética que hace que el tejido encargado de mantener la glándula en su sitio sea demasiado débil. Es más frecuente en perros braquiocefálicos y normalmente requiere cirugía para recolocar la glándula en su sitio. En estos casos aunque aparezca primero en un ojo suele acabar siendo bilateral.
En algunos animales se produce el prolapso por una inflamación de la glándula por contacto con algún alérgeno o irritante o por un traumatismo, en estos casos a veces es posible que la glándula vuelva a su sitio recolocándola y con medicación.
Es importante una rápida atención en estos pacientes ya que si la glándula permanece demasiado tiempo prolapsada e inflamada puede perder su función que es la producción de lágrima y estos perros tendrán mayor predisposición a padecer ojo seco, además, al estar fuera de su sitio, la glándula produce un roce continuo contra la cornea favoreciendo la aparición de infecciones y úlceras cornéales.
CONSULTA
Si sospechas que tu perro pueda padecer este problema no dudes en acudir a CONSULTA, en el Hospital veterinario la Arboleda estaremos encantados de atenderte.
El prolapso de la glándula del tercer párpado también llamado “Cherry eye” ocurre más frecuentemente en perros, aunque también puede producirse en gatos.
Sucede cuando la glándula lacrimal que se encuentra normalmente bajo el tercer párpado se inflama y protruye hacia el exterior asomándose por el borde del tercer parpado, observándose una masa redondeada y rojiza en el ángulo nasal del ojo.
¿Por
qué se
produce?
En algunos animales existe una predisposición genética que hace que el tejido encargado de mantener la glándula en su sitio sea demasiado débil. Es más frecuente en perros braquiocefálicos y normalmente requiere cirugía para recolocar la glándula en su sitio. En estos casos aunque aparezca primero en un ojo suele acabar siendo bilateral.
En algunos animales se produce el prolapso por una inflamación de la glándula por contacto con algún alérgeno o irritante o por un traumatismo, en estos casos a veces es posible que la glándula vuelva a su sitio recolocándola y con medicación.
Es importante una rápida atención en estos pacientes ya que si la glándula permanece demasiado tiempo prolapsada e inflamada puede perder su función que es la producción de lágrima y estos perros tendrán mayor predisposición a padecer ojo seco, además, al estar fuera de su sitio, la glándula produce un roce continuo contra la cornea favoreciendo la aparición de infecciones y úlceras cornéales.
CONSULTA
Si sospechas que tu perro pueda padecer este problema no dudes en acudir a CONSULTA, en el Hospital veterinario la Arboleda estaremos encantados de atenderte.