La leptospirosis es una zoonosis a nivel mundial. Esto quiere decir que es una enfermedad que afecta también a las personas. Es producida por una bacteria que permanece en los túbulos renales del animal infectado y contamina el medio ambiente principalmente a través de la orina.
El perro es uno de los principales hospedadores de Leptospira interrogans canicola aunque también puede verse afectado por otras variantes de Leptospira y en los últimos años ha aumentado la presentación de esta infección tanto en personas como en animales.
Los perros pueden contagiarse al estar en un medio contaminado, por mordedura, por vía venérea, transplacentaria o por ingerir tejidos infectados. El contacto con roedores, con agua estancada, la vida en zonas rurales y la ingesta de carne cruda predisponen el contagio de la enfermedad y puede darse en perros de cualquier raza o edad.
Síntomas de la Leptospirosis
Los síntomas más frecuentes son vómitos, falta de apetito y letargia aunque pueden variar en función de la gravedad de la infección ya que hay algunos animales infectados y pueden producir el contagio de la enfermedad al eliminar leptospiras por la orina, pero no tener ningún síntoma clínico y en cambio habrá otros con una presentación subaguda que puede afectar gravemente a hígado, pulmones, sistema nervioso central y sobretodo a los riñones pudiendo provocar la muerte del animal.
El diagnóstico de la enfermedad se basa en los síntomas clínicos y en la confirmación con pruebas de laboratorio. Es muy importante descartar la leptospirosis como causa de una insuficiencia renal al ser muy contagiosa y acarrear con ello riesgo las personas y animales que convivan con el animal afectado.
Tratamiento de la enfermedad
El tratamiento se basa en la eliminaciónón de la bacteria mediante el uso de antibióticos y tratamiento de soporte en función de los signos clínicos y los órganos afectados. Si se inicia el tratamiento a tiempo, la tasa de recuperaciónón de estos animales está en torno al 80%.
Hoy en día la mejor herramienta que tenemos para luchar contra esta enfermedad es la prevenciónón mediante la vacunaciónón de nuestras mascotas. Existen en el mercado distintas vacunas que agrupan uno o más serotipos de Leptospiras. Es importante realizar la revacunaciónón anual para mantener una adecuada inmunidad y tener bien protegidos a nuestros animales.